Cuando pensé en trabajar sobre este número especial, esperaba escribir solo un editorial para un conjunto de artículos, pero descubrí que el tema se nos ha metido en el corazón a tantos, que el espacio destinado inicialmente a este Dossier no nos bastó para publicar todo lo que necesitábamos decir sobre la ensombrecida y misteriosa melancolía: fue necesario publicar un segundo número. Pienso que este esfuerzo de todos los que aquí escriben es tan solo una invitación a seguir caminando por los senderos de la atra bilis. La intención no es otra que comprender cómo somos y cómo hemos sido cuando habitamos la oscuridad de la que proviene la vida.