Revista de filosofía

Francisco Toledo, la memoria y Juana

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E. VUILLARD, “THE ARTIST MOTHER OPENING A DOOR” (1891)

E. VUILLARD, “THE ARTIST MOTHER OPENING A DOOR” (1891)

 

Un pueblo se vuelve pobre y esclavo cuando le roban la lengua heredada de sus padres.

Natalia Toledo

Dice Francisco Toledo que cuando iba a la escuela le estaba prohibido hablar en zapoteco. “Era la lengua de mi madre Natalia y con ella hacía poesía”.

Cuando leo esto, viene a mi mente la imagen de Juana, la niña-madre internada en el hospital psiquiátrico. El viernes la encontré con una mano vendada, tiene las venas débiles, necesita tener un conducto abierto para pasarle la anestesia que le permite usar un tranquilizante, la anestesia que le ponen para soportar la TEC,[1] los electroshocks. Le han dado siete, la serie es de diez. Es la condición para dejarla salir, quieren que olvide, pero Juana no olvida que le quitaron a sus hijos. ¡De dónde sacaron los doctores que olvidar es curar!

La joven fue a dar al hospital psiquiátrico después de dar a luz a una niñita. El padre está en Estados Unidos y la madre de éste se la llevó, era también la que se hacía cargo de sus otros dos hijos de 8 y 5 años mientras ella trabajaba y últimamente no se los dejaba ver.

Juana casi me ha olvidado, ya no me habla de sus ilusiones ni de su vida como trapecista y teibolera, sólo me habla de sus hijos y sobre todo de la tiernita. No dejará que se la quiten, sabe que existe en tanto que la recuerda, después de siete electroshocks la memoria de su hija la sostiene.

No se puede borrar la lengua materna, dice Natalia Toledo, porque con ella se construye la poesía; no pueden borrar a mi hija porque soy madre, dice Juana, y sin la poesía y sin la maternidad no se puede vivir, ¡así de fácil!

FRANCISCO TOLEDO, “MUJER PERSEGUIDA POR CONEJO”

FRANCISCO TOLEDO, “MUJER PERSEGUIDA POR CONEJO”

 

Villahermosa, Tabasco a 14 de noviembre del 2004.

Trascrito el 14 de octubre de 2009.

 

Notas

[1] Terapia electroconvulsiva.