Resumen
En este breve escrito me propongo analizar el concepto de actualidad de G.W.F. Hegel para comprender la recuperación de ciertos aspectos que Theodor W. Adorno hace a partir de su lectura de la Dopplesatz al inicio de la Filosofía del derecho. En lugar de defender una lectura particular de la Doppelsatz (“oración doble”) –donde Hegel, como es bien conocido, proclama la racionalidad de lo actual y la actualidad de lo racional —intentaré brevemente dar cuenta de los diferentes sentidos en los que Hegel, dentro de su filosofía lógica o metafísica, utiliza el concepto de actualidad o Wirklichkeit. Esto para posteriormente explorar qué es lo que Adorno rescata de la propuesta hegeliana; cómo, pese a la interpretación “conservadora” de Adorno –donde Hegel es leído como sosteniendo una cierta justificación de lo existente—, él aun busca atravesar lo que percibe como la “no-verdad” de la propuesta hegeliana para llegar a una formulación del presente traicionado, donde la posibilidad utópica se mantiene como posibilidad concreta de lo real.
Palabras clave: Hegel, Adorno, actualidad, ontología, racionalidad, idealismo.
Abstract
My aim in this brief essay is to analyze G.W.F. Hegel’s concept of actuality to understand Theodor W. Adorno’s recovery of certain aspects of it through his own reading of Hegel’s Doppelsatz at the beginning of the Philosophy of Right. Instead of defending a reading of the Doppelsatz (“doble dictum”) –where Hegel, as it’s well-known, proclaims the rationality of the actual and the actuality of the rational—I will try to give a brief account of the different senses in which Hegel, within his logical philosophy or metaphysics, makes use of the concept of actuality or Wirklichkeit. This to explore which aspects of the Hegelian proposal does Adorno recover and how, despite Adorno’s “conservative” interpretation —that is, where Hegel is read as holding a certain justification of the existent— he tries to go through what he perceives as Hegel’s “non-truth” to reach a formulation of the betrayed present where the utopian possibility exists as concrete possibility of the real.
Keywords: Hegel, Adorno, actuality, ontology, rationality, idealism.
Theodor W. Adorno, en uno de los pasajes finales de la introducción a su Dialéctica negativa, escribe que la utopía, como consciencia de la posibilidad, “[…] se adhiere a lo concreto en cuanto lo no-deformado”, y expone que es “[…] lo posible, nunca lo inmediatamente actual, lo que obstruye el paso a la utopía.”[1] Para comprender esta afirmación, junto con la recuperación de ciertos aspectos de la dialéctica hegeliana que Adorno hace, es necesario remitirnos a un tópico fundamental, aunque problemático, de la filosofía de Hegel: la racionalidad de lo actual o la actualidad de lo racional. Una cierta interpretación de esta propuesta de Hegel parecería, en un primer momento, bloquear por completo la idea de lo que Adorno considera como posibilidad utópica para quedarse en una mera apología o justificación de lo existente. Mi objetivo en el presente escrito es presentar la propuesta de Hegel con respecto a la idea de actualidad desarrollada en la Enciclopedia de las ciencias filosóficas, apoyándome en la Ciencia de la Lógica para examinar de manera más cercana qué aspectos son los que Adorno rechaza y qué aspectos recupera.
Actualidad como lo racional o necesario, no lo incidental
En el sexto parágrafo de la introducción a su Enciclopedia de las ciencias filosóficas, Hegel comienza enfatizando la vital importancia de un entendimiento correcto de la actualidad, o realidad efectiva (Wirklichkeit), como el verdadero contenido de la filosofía:“[…] es igualmente importante que la filosofía se entere de que su contenido no es otro que aquel haber (Gehalt) que [fue] originariamente producido y [continuamente] se produce en el campo del espíritu viviente; haber que se ha hecho mundo, mundo exterior y [mundo] interior de la conciencia; [es importante que la filosofía se entere de que] su contenido es la actualidad”.[2] De acuerdo con Karen Ng, la noción de actualidad o realidad efectiva (Wirklichkeit) es la apropiación de Hegel de la noción de energeia de Aristóteles. El interés de este último radica en que el concepto de actualidad le ayuda en la articulación de una concepción determinada de actividad de la forma (Formtätigkeit) en la cual forma y materia no se oponen.[3] Hegel, es importante mencionar, distingue en su Lógica entre ser, existencia y actualidad.[4] Mientras que “ser” es tratado en el primer libro de la ciencia de la lógica como la determinación más simple, la existencia, siendo también una forma de lo inmediato, es la unidad inmediata de ser y reflejo o reflexión, y, por tanto, apariencia. Aquí, la existencia difiere del ser, pues la existencia es la apariencia de la esencia. Cuando se llega a actualidad, se llega al estar-puesto de esta unidad de ser y reflexión, donde, según Hegel, su existencia concreta es sólo la manifestación de sí misma, y no de otra cosa.[5]
Una consideración acertada del mundo, explica Hegel en este sexto parágrafo, distingue lo que es únicamente apariencia o fenómeno de lo que merece ser llamado propiamente actual. Y, dado que una filosofía confirma su verdad cuando ésta concuerda con la actualidad y la experiencia, es decir, la concordancia de la razón existente de forma inmanente en el mundo con la razón autoconsciente, la “finalidad suprema de la ciencia” es producir esta reconciliación. Al considerar las líneas del prefacio de su Filosofía del Derecho: “Lo que es racional es actual; y lo que es actual es racional (Was vernünftig ist, das ist wirklich, und was wirklich ist, das ist vernünftig)”, los lectores habían caído en el error, de acuerdo con Hegel, de no separar el significado filosófico de “actual” del significado que esta palabra tiene en la vida común. En la vida común, la gente suele llamar actual o wirkliche a cualquier existencia, a cualquier aparición, sin importar que tan “atrofiada y efímera” (verkümmerte und vergängliche) sea. Pero, nos explica Hegel, incluso en el hablar corriente lo accidental no merece el nombre de actualidad en el sentido enfático de la palabra. La justificación que Hegel da es la siguiente: lo accidentalmente existente no tiene más valor que algo posiblemente existente; es una existencia que, pese a que es, podría perfectamente no ser. En contraste, cuando Hegel habla de lo actual, debe tomarse en cuenta que lo distingue de la existencia (Existenz) y también de lo que es-ahí (Dasein). ¿Qué es lo característico de la actualidad, que hace que se distinga de estas otras determinaciones? En este parágrafo Hegel no es explícito al respecto.[6] Si, en cambio, considera la pertinencia filosófica de plasmar ideales políticos en una realidad que no corresponde en absoluto con ellos. “¿Quién no es lo suficientemente astuto para ver en su entorno mucho que no es, de hecho, como debería ser (wie es sein soll)?”,[7] pregunta Hegel. Pero la pertinencia filosófica de este Sollen, de este deber ser, es nula. La ciencia filosófica lidia en cambio con la Idea, que no es tan impotente (ohnmächtig) como para simplemente deber ser y no ser. Los objetos, instituciones y situaciones son sólo el lado exterior, superficial, de esta actualidad con la que la ciencia filosófica lidia. Así, la actualidad no se opone a la Idea, sino que es sólo para el entendimiento para quien esta separación resulta apreciable. Cuando el entendimiento ve discordancia entre cómo, por ejemplo, un estado es y cómo debería ser, la actualidad no es el estado, pero tampoco se opone a él como su ideal. La actualidad, parece indicar Hegel en esta sección de la enciclopedia, se desarrolla en una lógica que culmina con la existencia no accidental, el aspecto de la realidad que es racional, y que es existente por ser racional: “[…] la existencia en general es en parte fenómeno y solamente en parte actualidad”. Esto significa que no todo lo existente es actual, pero, parece decir, todo lo actual es existente. En una nota a esta sección, el traductor de la Enciclopedia, Ramón Valls Plana, explica que Hegel piensa la actualidad como una realidad fenoménica “[…] que no es mero fenómeno o apariencia, sino una realidad que por adecuarse al concepto es verdadera, plenamente racional y eficaz o efectiva”.[8] ¿Qué quiere decir que es una realidad que se adecúa al concepto? ¿Qué es lo que puede ser predicado o caracterizado como “actual”? ¿Es un determinado estado, por ejemplo, en un determinado momento del tiempo, algo cuya actualidad o falta de actualidad se puede afirmar, o se refiere este término a un estrato más elevado que las instancias o instituciones temporales y caducables? De ser este último el caso, como Hegel parece sugerir en este parágrafo de la Enciclopedia, las instituciones y estratos desde donde la realidad es experimentada y la existencia parece adquirir sentido no son parte (¿esencial?) de la Actualidad, y, por tanto, no deben ser objeto de la ciencia filosófica. Entonces, ¿por qué Hegel le dedicó secciones de su sistema filosófico a la organización social, y por qué habla en términos de actualidad cuando se refiere a estas instituciones en su filosofía del espíritu objetivo? Para problematizar esta pregunta, y pese al riesgo que se corre al extraer una cita de su contexto específico, citemos brevemente a Hegel en una adición a la Filosofía del derecho:
“El estado es actual, y su actualidad consiste en esto: que el interés del todo se realiza en los fines particulares. La actualidad es siempre unidad de la universalidad y la particularidad, el universal articulado en los particulares que parecen ser auto-subsistentes, pese a que realmente están sostenidos y contenidos sólo en el todo. Cuando esta unidad no está presente, una cosa no es actual, pese a que pudo haber adquirido existencia. Un mal estado es uno que meramente existe; un cuerpo enfermo existe también, pero no tiene realidad genuina”.[9]
Actualidad como la unidad de esencia y existencia (concordancia de lo existente con su concepto)
En adición a la sección de actualidad de la lógica de su Enciclopedia, Hegel argumenta en contra de la oposición trivial que usualmente se hace entre actualidad y pensamiento. Frecuentemente escuchamos decir que no hay nada incorrecto en cierto pensamiento, pero que nada puede ser encontrado o que no puede llevarse a cabo en la actualidad. Este tipo de declaraciones se basan en la premisa (incorrecta) de que el pensamiento es sinónimo de la representación subjetiva, mientras que la actualidad es la existencia externa y sensible. Pero, Hegel explica que las ideas no sólo las encontramos en nuestras mentes y exclama, en tono burlón, que la Idea “[…] no es algo tan impotente que si es realizado o no depende de nuestra dulce voluntad; todo lo contrario, ella es a la vez lo que es simplemente efectivo e igualmente actual”.[10] Asímismo, como lo que se distingue de la apariencia y siendo inicialmente la unidad de lo interno y de lo externo, la actualidad no está separada de lo racional en el sentido en el que no reconocemos a alguien como un poeta o un político actual o como actualmente poeta o político si él o ella no sabe cómo traer a la existencia algo válido y racional. De acuerdo con Robert Pippin, esto tiene que ver con la idea aristotélica de forma substancial. Las entidades actuales, como, por ejemplo, la del poeta actual, instancian cierta medida de lo que es verdaderamente ser tal cosa.
Según explica Pippin, “[…] un lobo no es simplemente, en sí mismo, un lobo […], sino que hasta cierto grado u otro él es también una mejor o peor ejemplificación de ese determinado concepto “para sí”.[11] Así, un lobo que meramente existe no es un lobo actual (an actual wolf, ein wirklicher Wolf). Para que sea actual, la entidad existente se debe acoplar con su propio principio interno o estándar de verdad y actividad.[12] El sentido enfático que Hegel hace del término parece concordar con su definición en el capítulo sobre la actualidad de la Ciencia de la Lógica, donde él explica que la actualidad es “[…] la unidad en la cual la existencia o la inmediatez y lo en sí, el fundamento o lo reflejado son simplemente momentos”.[13] Esta segunda caracterización de actualidad, pese a estar muy ligada a la que aparece en el parágrafo sexto, parece diferir de ésta en el siguiente aspecto: mientras que en el parágrafo sexto la actualidad se enuncia como la existencia no-contingente en general, en esta parte de la discusión ella es predicada como lo que se adecúa con su estándar interno de verdad, la idea instanciada en cosas existentes.
Actualidad como proceso de actualización
Hegel menciona que la gente “racional y práctica”, a diferencia de la gente poco educada (ungebildete), no se deja llevar por la mera posibilidad abstracta, sino que se remite a lo que es actual, se remiten a la examinación de las relaciones determinadas de los objetos que se consideran: “Que tal o cual cosa sea posible o imposible depende del contenido, esto es, de la totalidad de los momentos de la actualidad, una actualidad que, en el desdoblarse de sus momentos, muestra ser la necesidad”.[14] De esta manera, un tercer aspecto de la actualidad sería, como el proceso de actualización, o como el movimiento de las modalidades más claramente visible en la sección de modalidades al final de la Doctrina de la esencia, la segunda parte de la ciencia de la lógica. Así, en la lógica de la Enciclopedia, por ejemplo, Hegel explica que la primera actualidad a la que se llega, la actualidad inmediata, no es aun lo que debería ser, sino que es una actualidad finita con su esencialidad hacia dentro o implícita. Es mera posibilidad que será subsumida y de cuya subsunción emergerá una nueva actualidad, de la cual la primera era presuposición. Él explica que, al considerar las condiciones para algo, ellas parecen ser algo imparcial (etwas ganz Unbefangenes); pero, de hecho, tal actualidad contiene la semilla de otra cosa distinta. Se subsume y se traduce a una nueva actualidad que es, al mismo tiempo, la misma vieja actualidad puesta en concordancia con su esencia.[15] Que las condiciones se “sacrifiquen”, sean utilizadas y lleguen a ser en una nueva actualidad es, de acuerdo con Hegel, el proceso de actualización; la subsunción de su propia inmediatez.[16] Este movimiento se ve también cuando, en la sección de modalidades reales de Ciencia de la lógica, Hegel enfatiza el carácter efectivo de la actualidad: “[…] lo que es actual puede actuar (was wirklich ist, kann wirken); algo manifiesta su actualidad a través de aquello que produce. Su relación con otro algo es su propia manifestación”.[17] Al citar este parágrafo, Kusch y Manninen explican que, para Hegel, la actualidad es alguna clase de totalidad que efectúa; que el argumento de Hegel es que alguien o algo es lo que produce, trae a la existencia o hace.[18]
Adorno
Me remito ahora al segundo estudio sobre Hegel escrito por el filósofo alemán Theodor W. Adorno: Contenido de experiencia (Erfahrungsgehalt). Aquí, Adorno intenta restituir la primacía de la experiencia en la motivación y verdad de la filosofía de Hegel sin, pese a esto, entregarlo a la tradición empirista que acríticamente acepta la autoridad de lo dado.[19] En Fenomenología del espíritu, Hegel, de acuerdo con Adorno, “[…] demolió la tesis de la mera inmediatez como fundamento del conocimiento y echó abajo el concepto empirista de experiencia sin glorificar lo dado como algo dotado de sentido.”[20] Hegel trata con un concepto de experiencia que concibe tanto al individuo, como a las categorías de la conciencia subjetiva, implícitamente sociales. Lo que sucedió, según Adorno, y que llevó a Hegel a absolutizar la categoría del estado en su Filosofía del derecho, fue justamente que él no pudo dominar la contradicción entre su dialéctica y su experiencia.[21] Pero la tesis de Adorno es que en “la divinización total de lo que existe”, la “justificación de lo existente” (Rechtfertigung des Seienden) o el aspecto apologético que se deja ver en el pensamiento de Hegel a través de la postura de la racionalidad de lo actual, se mantiene el aspecto verdadero de que se admite la posibilidad como algo hacia lo cual la actualidad apunta. Esto es, según Adorno, que el contenido de verdad de lo que en Hegel aparece como falso es que la posibilidad superada se muestra en el pensamiento como posibilidad de lo actual. La cita es la siguiente:
“También el pensamiento que mantiene una y otra vez contra la realidad [usa la palabra Wirklichkeit, y no Realität] la posibilidad superada, meramente la retiene cuando entiende la posibilidad, desde el punto de vista de su realización, como posibilidad de la realidad [actualidad], como aquello a lo cual la realidad misma, por débilmente que lo haga, extiende sus antenas, y no como un “hubiera sido tan hermoso”, cuyo sonido se resigna anticipadamente al fracaso”.[22]
¿Cómo podemos leer esta salvación de Hegel que Adorno está haciendo? ¿Qué quiere decir Adorno con “aquello a lo cual la realidad misma […] extiende sus antenas”? La crítica de Adorno a Hegel no debe ser entendida únicamente como una crítica al hecho de que Hegel defendiese la legitimidad, actualidad y racionalidad del estado, si es que siquiera podemos aceptar esa premisa sin un análisis cuidadoso de la génesis del estado en Filosofía del derecho. Adorno critica a Hegel por una concepción de la actualidad que aparentemente no permite la posibilidad de otra cosa pues, para Adorno, “[…] lo que existe es siempre más que ello mismo”. Esto implica que, en la no-verdad de la totalidad de la existencia siempre destella la “verdad total”, que es la utopía la que debería ser actualizada. La doctrina de la racionalidad de lo actual parecería, en un primer momento, negar por completo esta utopía. Esta es, por lo menos, una de las lecturas más usuales,[23] y también la que postula a Adorno como mero crítico de Hegel sin comprender dos cosas. En primer lugar (1) los dilemas a los que la teoría de Hegel parece llevarnos al considerar el tema de los sentidos de actualidad. Por ejemplo: cuando sólo existe el mal estado, el estado que contradice el concepto de que el interés del todo se realice en los fines particulares, ¿en dónde está o qué es el estado actual en el sentido enfático? (asumiendo que tal cosa existe). Éste queda como posibilidad bloqueada de lo real, pero se mantiene como actualizable por la acción humana efectiva. Esta lectura, pese a que está parcialmente apegada a Hegel, contradice su idea de la falta de impotencia de la Idea: “[…]que la idea no es tan impotente para deber ser y no ser”. Y que la idea no sea tan impotente como para que su realización —o falta de realización— dependa de nuestra voluntad. Entonces tenemos dos opciones, o decir que, efectivamente, la Idea sí es impotente, o explicar que la Idea sí existe como lo implícito y actualizable en relación con la existencia inmediata, como lo que podría emerger de ella en su negación. Esto nos lleva a un segundo punto que ha sido frecuentemente ignorado, que es (2) el hecho de que Adorno, como cité previamente, sí busca rescatar un cierto aspecto de la justificación de lo existente de Hegel. Este rescate de lo que en Hegel se muestra como no verdadero en su teoría de la actualidad es doble: por un lado, Adorno enfatiza el hecho de que, pese a ser racional y necesario, lo actual no elimina la posibilidad de otra cosa (el deber ser), sino que lo mantiene como momento negado que se vincula necesariamente con la totalidad de lo actual. Hegel, al rechazar la posibilidad formal o abstracta que dice que lo posible es lo meramente pensable, y remitir la posibilidad a la concretización de lo realmente existente, hace de la posibilidad una posibilidad de lo real, no eliminada como otro mundo posible sino contenida en el germen de lo actual en tanto proceso.
Por otro lado, y a modo de conclusión, que Hegel “apele a la razón” al defender lo positivo, explica Adorno, quiere decir que él “[…] concibe lo meramente existente como algo que es más que meramente existente, que lo concibe bajo el aspecto de la autoconciencia y de la auto-liberación de los seres humanos.”[24] En la doctrina de la racionalidad de lo actual, la libertad y la razón forman una constelación que las hace impensables la una sin la otra. La “racionalidad de lo actual” remite entonces a la “autodeterminación real de la humanidad.” En otros términos, la característica revolucionaria de la razón o de la racionalidad dialéctica es ver la insuficiencia de la particularidad, que lleva a apuntar hacia algo más que la existencia inmediata, y que le recuerda al objeto que “aún no es él mismo”,[25] que aún no ha alcanzado su estándar de verdad. Con esto en mente, podemos comprender la frase de Adorno: “Teniendo en cuenta la posibilidad concreta de la utopía, la dialéctica es la ontología de la situación falsa”.[26]
Abreviaciones
EL: Hegel, G.W.F. “Lógica” en Enciclopedia de las ciencias filosóficas en compendio, ed. Ramón Valls Plana, Madrid, Alianza, 2005.
CL: Hegel, G.W.F. Ciencia de la lógica: 1. La lógica objetiva, Madrid, Abada, 2011.
PR: Hegel, G.W.F. Rasgos fundamentales de la Filosofía del Derecho o compendio de derecho natural y ciencia del estado, Madrid, Biblioteca nueva, 2000.
Bibliografía:
- Adorno, Theodor W., Dialéctica Negativa, Obra compl., Madrid, Akal, 2005.
- _______, Tres estudios sobre Hegel, Obra compl., Akal, Madrid, 2012.
- Hegel, G.W.F., Enciclopedia de las ciencias filosóficas en compendio, ed. Ramón Valls Plana, Abada, 1997.
- Kusch, Martin y Manninen, Juha, “Hegel on Modalities and Monadology” en Modern Modalities: Studies of the History of Modal Theories from Medieval Nominalism to Logical Positivism, S. Knuuttila (ed.), Dordrecht/Boston/Londres, Kluwer Academic Publishers, 1988.
- Ng, Karen, “From Actuality to Concept in Hegel’s Logic” en The Oxford Handbook of Hegel, Dean Moyar (ed.), Oxford,Oxford University Press, 2017.
- Pippin, Robert B., “In What Sense is Hegel’s Philosophy of Right ‘Based’ on His Science of Logic? Remarks on the Logic of Justice” en Hegel’s Political Philosophy: on the normative significance of method and system, Thom Brooks y Sebastian Stein (eds.), Oxford, Oxford University Press, 2017.
Notas
[1] Adorno, Dialéctica Negativa, ed. cit., p. 63.
[2] E §6.
[3] Ng, “From Actuality to Concept in Hegel’s Logic”, ed. cit., p. 3.
[4] Kusch y Manninen, “Hegel on Modalities and Monadology”, ed. cit., p. 124.
[5] EL §142 A.
[6] Para una discusión completa de la recepción de esta oración, sus interpretaciones históricas y la defensa de una postura anti-normativa, ver Robert Stern, “Hegel’s Doppelsatz: A Neutral Reading”, Journal of the History of Philosophy, No. 44, Vol. 2 (2006), pp. 235-266.
[7] E §6 Z.
[8] Valls Plana, Enciclopedia de las ciencias filosóficas en compendio, ed. cit., p. 105 nota 86.
[9] PR §271 Z.
[10] LE §142Z.
[11] Pippin, “In What Sense is Hegel’s Philosophy of Right ‘Based’ on His Science of Logic? Remarks on the Logic of Justice”, ed. cit., p. 73.
[12] Ng, op. cit., p. 8.
[13] CL 11.380-1
[14] EL §143 Z.
[15] EL §146 Z.
[16] Ibid.
[17] CL 11.385-6.
[18] Kusch y Manninen, op. cit., p. 132.
[19] Adorno, Tres estudios sobre Hegel, ed. cit., p. 271.
[20] Ibid., p. 273.
[21] Ibid., p. 290.
[22] Ibid., p. 294.
[23] Ver, por ejemplo, Ian McDonald, “Adorno’s modal utopianism: possibility and actuality in Hegel and Adorno”, Adorno Studies, No. 1.1 (2017), pp. 1-12.
[24] Adorno, Tres estudios sobre Hegel, p. 263.
[25] Ibid. p. 290.
[26] Adorno, Dialéctica Negativa, p. 22.