Revista de filosofía

La otra protesta: La crítica intelectual en La cultura en México en torno al 2 de octubre de 1968

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HÉCTOR GARCÍA, “LA CULTURA EN MÉXICO”, SUPLEMENTO DE LA REVISTA “SIEMPRE!” (SEPTIEMBRE DE 1968)

HÉCTOR GARCÍA, “LA CULTURA EN MÉXICO”, SUPLEMENTO DE LA REVISTA “SIEMPRE!” (SEPTIEMBRE DE 1968)

 

Resumen

Pocos fueron los medios de comunicación que dieron seguimiento, criticaron y denunciaron los ataques ocurridos a causa del movimiento estudiantil mexicano en 1968. El suplemento de Siempre!, La Cultura en México, fue una de las publicaciones que atendió dicha problemática desde sus páginas, escritas por las mentes más brillantes de aquel tiempo. El papel del suplemento es fundamental en tanto que funciona como un espacio de reflexión y discusión, en torno al 2 de octubre, durante los meses de agosto a diciembre de ese mismo año; en conjunto, la crítica ejercida por los colaboradores del suplemento funge como soporte o fuerte intangible frente a las acciones que se llevaban a cabo en las calles, tanto por estudiantes como por el gobierno.

 

Palabras clave: Suplemento, crítica, protesta, intelectuales, estudiantes, gobierno.

 

Abstract

The mass media that followed, criticized and denounced the attacks about the Mexican student movement of 1968 were few. The cultural supplement of magazine Siempre!, La cultura en México, was one of the publications that heed this problematic from its pages, written by the most brilliant of back then. The role of the supplement is essential in so far as it works like a reflection and criticism place regarding October the 2nd, during the months from August to December of the same year; overall, the criticism implemented by writers of cultural supplement work as an intangible fort to face the facts that happen on the streets, leaded by students and government.

 

Keywords: Supplement, criticism, protest, intellectuals, students, government.

ILUSTRACIÓN DE “LA CULTURA EN MÉXICO” (1968)

ILUSTRACIÓN DE “LA CULTURA EN MÉXICO” (1968)

El movimiento estudiantil del 68 fue motivo de reflexión crítica y producción estética para los escritores e intelectuales que colaboraban en el suplemento La cultura en México, algunos de ellos escribían columnas o artículos con mayor frecuencia que otros autores, cuya aparición era ocasional. En las páginas de agosto del suplemento La cultura en México, Max Aub escribe el texto titulado “Consejos del espejo a su hijo antes de dar la vuelta al mundo, en 1968”, un artículo que propone la anulación de la identidad y de la volición del individuo, mediante la negación del ejercicio crítico: “¿Hay algo mejor que no saber? […] Que nada ni nadie te saque de la duda. […] Si predicas, hazlo en el desierto; si disparas, al vacío”.[1]

Estas declaraciones imperativas son, precisamente, todo lo contrario a lo que está ocurriendo y ocurrirá en los meses siguientes a agosto. En este sentido, el papel del suplemento La cultura en México es fundamental en tanto que funciona como un espacio de reflexión. La intención de este trabajo es dar cuenta de la discusión, en torno al 2 de octubre, propiciada en sus páginas durante los meses de agosto, septiembre, octubre y continuada hasta diciembre de ese mismo año, con la finalidad de dar forma a la crítica ejercida por los colaboradores del suplemento La cultura en México, como un conjunto de opiniones, reflexiones y creaciones que fungen como soporte o fuerte intangible frente a las acciones que se llevaban a cabo en las calles, tanto por estudiantes como por el gobierno.

Los medios impresos todavía fueron una vía de comunicación importante para la difusión de los movimientos sociales en 1968, pese a la existencia de la televisión y la radio. Tuvieran una postura a favor o en contra de todo lo que aconteciera en las calles, su presencia es importante para entender, por un lado, cómo se fueron construyendo dichos movimientos sociales, y, por otro lado, conocer la respuesta desde la esfera intelectual hacia la gente que llenaba las calles de marchas y protestas.

A pesar de que era patente un malestar generalizado, la mano oficial guiaba el curso de las opiniones en la mayoría de los medios. Sin embargo, las revistas con una marcada tendencia izquierdista criticaban con dureza las acciones del gobierno, aunque no siempre con objetividad. Por Qué? fue una de las revistas que dio a conocer los hechos ocurridos el 2 de octubre, lo cual le valió la simpatía de los estudiantes, sin importar el amarillismo del que se valía para dar a conocer sus notas.

PORTADA DE LA REVISTA POR QUÉ?

PORTADA DE LA REVISTA POR QUÉ?

 

Por otro lado:

Excélsior y El Día, junto con la revista Siempre, captaban una audiencia más ilustrada, enterada y crítica, cercana a los círculos de clase media universitaria y profesionista, a las cúpulas intelectuales y políticas. Las revistas, quizá por su circulación y tiraje modestos, permitieron la realización de un periodismo más perspicaz. Entre las publicaciones con mayor pluralidad estaba Sucesos, de Gustavo Alatriste. La revista Siempre, y, en especial, su suplemento La Cultura en México, dieron lugar a un análisis profundo de los hechos”.[2]

Desde 1962 La cultura en México era sinónimo de apertura, pensamiento y resistencia, puesto que, censurado su antecesor, México en la cultura, suplemento cultural de la revista Novedades, por su evidente apoyo a la Revolución cubana, Pagés Llergo abrió las puertas de la revista Siempre! como respuesta a la mordaza que se había puesto al equipo dirigido por Fernando Benítez. Esta decisión permitió que las mentes más brillantes de aquel tiempo llenaran las páginas del suplemento con textos no sólo de una innegable calidad estética, sino también de una elaborada crítica de los movimientos tanto culturales como sociales.

 

Antecedentes: El suplemento mira fuera de México

Dar un breve recorrido en los artículos publicados en el suplemento durante la segunda mitad de 1968 conduce a hallar las coordenadas que permiten dar seguimiento al movimiento estudiantil de ese año, a partir de la pluma de los intelectuales. Es importante resaltar que previo a la represión que viviera México, el suplemento dio cabida a los movimientos que acaparaban la atención internacional. Entre ellos el Mayo francés, del cual se hace una crónica titulada “París 1968: 27 al 31 de mayo”[3]. A ésta se une el testimonio de Carlos Fuentes, quien estuvo en los momentos más intensos de la revolución: “La imaginación toma el poder con adoquines y con palabras, primero”. Fuentes entiende entonces, porque lo ha visto, que la lucha emprendida por los jóvenes trasciende el armamento común; si los represores silencian y atacan el cuerpo, los jóvenes hacen que la voz cunda y atacan el pensamiento. La crónica de Fuentes da cuenta de cómo las paredes de París se han vuelto, de pronto, una gran casa de citas. “B. Peret: El arte no existe. El arte son ustedes; Unamuno: No vendo el pan, sino la levadura […] A. Bretón: 17 derrocará siempre a 71”.[4] Además de éstas, se añaden inscripciones anónimas hechas en su mayoría por estudiantes. Meses antes, José Emilio Pacheco había hecho una revisión cronológica de los movimientos estudiantiles en Estados Unidos, Inglaterra, Berlín; Pacheco destaca puntos en común de estos movimientos, por ejemplo: “[…] los estudiantes rebeldes son inteligentes, de clase media alta, alumnos de ciencias sociales o artes liberales”,[5] además de que la respuesta inmediata de los dirigentes hacia los estudiantes es siempre por la vía de la violencia.

Cabe también mencionar también la participación de Jaime Goded, quien hace una selección[6] de textos que él mismo traduce, los cuales permiten, a manera de rompecabezas, reconstruir la revolución checoslovaca. Los pensadores checos se miran a sí mismos y es por su testimonio, sin intermediarios, que entienden y describen su propio proceso político y social.

 

De vuelta en México: La relación de los hechos en el suplemento

“BAZUCAZO” EN LA PREPARATORIA 1 (1968)

“BAZUCAZO” EN LA PREPARATORIA 1 (1968)

Algunos estudiosos de la lingüística reconocen el aspecto inminencial en algunos verbos, el cual se caracteriza por describir una acción que se realiza en el mismo momento en que se termina. Ejemplo de ello es el verbo explotar. Es imposible decir que ‘algo está explotando’, pero sí que ‘algo explotó’. Puesto que una explosión dura menos que un instante y no se caracteriza por ser gradual. Sin embargo, cuando el Ejército mexicano destruyó con un bazucazo la puerta de la Preparatoria 1, podemos decir que la bomba comenzó a explotar y el impacto se diseminó en muchos lugares y de muchas formas: “[…] diríamos que la bazuka disparada contra la Preparatoria, no hirió precisamente una venerable puerta del siglo XVIII, sino sentimientos y derechos conquistados después de una larga y valiente lucha”.[7] Con estas palabras de Fernando Benítez, se iniciaba un contra ataque a la bazuca del 30 de julio de 1968.

Los intelectuales del suplemento atendieron estos hechos no como un acto represivo a manera de método punitivo, sino que lo interpretaron como el principio de un proceso golpista. De ahí que la inclusión del artículo de Pablo González Casanova, “Aritmética contra-revolucionaria”,[8] no sea ni ingenua ni azarosa; en este texto, González Casanova analiza las técnicas y los agentes por los que se llega a las dictaduras; sin duda es un estudio basado en los trabajos que se han hecho al respecto de las técnicas contrarrevolucionarias, pero también como una manera de hacer frente a los ataques. Como una de las técnicas señala que se basan en “[…] alentar a los jóvenes a una lucha moral exaltando a todo héroe caído […] en una cosa de siete días —una vez que se ha desatado el movimiento— cambiar radicalmente, denunciando los alborotos, la subversión […]”.[9] ¿Acaso no se trata de un mecanismo de una vigencia que pareciera inamovible?

PORTADA DEL 30 DE JULIO DE 1968 DE “EXCÉLSIOR”

PORTADA DEL 30 DE JULIO DE 1968 DE “EXCÉLSIOR”

En su artículo “La respuesta democrática”, Víctor Flores Olea se pregunta si “¿[…] son las autoridades civiles las que llaman al ejército, o es éste quien impone su presencia a estas autoridades?”.[10] No obstante este señalamiento, reconoce que entre los ciudadanos han tomado fuerza las movilizaciones que exigen libertad y democracia. Y encuentra en la defensa de la autonomía universitaria una metáfora de “las libertades individuales y sociales del pueblo mexicano”, lo cual, en conjunto, apela no al papel individual que cada ciudadano toma respecto al grupo al que pertenece o al que se identifica, sino a la suma de los grupos como un medio para llevar a triunfo su democracia.

JUAN GARCÍA PONCE

JUAN GARCÍA PONCE

Esta situación dio cabida a que los colaboradores del suplemento dejaran de lado sus obsesiones como creadores y críticos artísticos, para dar paso a una crítica en el terreno social. La presencia de Juan García Ponce como crítico de arte se interrumpe con la columna “La nacionalidad de las ideas”, un breve ensayo en el que, como respuesta a la afirmación hecha por las autoridades, respecto a que el origen de las demandas del movimiento es prejuicioso dado que nace de ideas venidas del extranjero, García Ponce declara que:

“El hombre llega a la idea en razón de su misma existencia como hombre. Esas ideas pueden traer consigo el desorden que conduce a todo cambio. Este es un riesgo que tenemos que enfrentar como hombres y como mexicanos que para serlo tienen que ser antes hombres. Lo que sí resulta inexplicable es que se provoque el desorden con el pretexto de impedir el desarrollo de las ideas y sin ninguna idea detrás más que la de que hay que combatir las ideas. Esto no equivale más que a la renuncia de nuestro carácter de hombres y por tanto de mexicanos. Y, sin embargo, este es el principio de nuestras autoridades”. [11]

En este sentido, se entiende que la idea es inherente al ser humano y, contrario a ello, la anulación de esta capacidad, lo cual delata de inmediato que, en el fondo, la bandera que tremola en las cúpulas de las autoridades mexicanas es la de la estulticia. Sin arrebatos de euforia y con la precisión característica de su escritura y de su argumentación, Juan García Ponce denuncia la ignorancia de las autoridades. Y a esta denuncia se suma Rosario Castellanos cuando dice: “Que no se tranquilicen tan fácilmente los que reprimen […] Pensar libremente es mucho más peligroso que participar en desórdenes callejeros”.[12]

Las declaraciones del poeta José Carlos Becerra son todavía más terminantes, “menores de veinte años, muchachas y muchachos […] fueron heridos y asesinados por las hordas de la policía y el ejército […] Y nadie, ABSOLUTAMENTE NADIE [sic], hizo nada para impedirlo”.[13] En opinión de José Carlos Becerra, la manera en que la prensa, la radio y la televisión dan seguimiento a estos eventos es deplorable, puesto que entienden la libertad de expresión como un ejercicio que se hace casi como un acto reflejo; es decir, “sin un mínimo de inteligencia de expresión”. En este sentido, la libertad de expresión es antes que nada una manifestación de la inteligencia.

El artículo “Una hermosa lección” de José Carlos Becerra permite resaltar un punto que hasta ahora parece ser foco de los señalamientos que hacen los colaboradores del suplemento: la autonomía. En buena medida, la crítica se agrupó en torno a los ataques que se hacían contra la Universidad y sus estudiantes; sin embargo, José Carlos Becerra pone el dedo en la llaga. Puesto que señala que no se trata sólo de defender la “Virginidad Sagrada” de la autonomía, ni que tampoco representa “un compromiso histórico-sentimental”. El resultado de esta declaración nos conduce a entender que no es un asunto que atañe únicamente a la Universidad, por su carácter histórico, ni a los estudiantes; en todo caso, los ataques a la autonomía y a sus estudiantes son una especie de metonimia, dado que los hechos ocurridos representan sólo una parte de todos las inconsistencias y atropellos a la sociedad.

Estos artículos son sólo un preámbulo a la formación del suplemento como un fuerte contra las acciones que el gobierno tomó a medida que los días se desgajaban hasta llegar a la matanza ocurrida el 2 de octubre, cuando la bomba seguía explotando, pero dio su mayor detonación.

OCUPACIÓN DE CIUDAD UNIVERSITARIA POR EL EJÉRCITO MEXICANO (1968)

OCUPACIÓN DE CIUDAD UNIVERSITARIA POR EL EJÉRCITO MEXICANO (1968)

En el mes de septiembre Héctor Castro firma “Testimonios sobre el movimiento estudiantil. Diez mil soldados y unas cuantas escuelas”,[14] en el que da cuenta de la ocupación militar en Ciudad Universitaria; si las fuerzas castrenses tuvieran conciencia histórica seguramente la crónica de Héctor Castro habría sido diferente. Sin embargo, acusa el modo en que fueron conducidos a la explanada de Rectoría y el plan que se fraguaba para culpar a los estudiantes de los daños cometidos a la Universidad, así como de la llegada de cajas repletas de armas caseras que serían señaladas como propiedad de los estudiantes.

POEMA ANÓNIMO DE LA ESE-IPN

POEMA ANÓNIMO DE LA ESE-IPN

En ese mismo número, se publica “Un poema desde la cárcel” de Jaime Goded en el que se testimonia el dolor y el desencanto entre el encierro que lo mira todo: “No me besa una conquista: / suelo sospechar ojos abiertos por los muros y canto de mi entierro bajo nubes. Es muy poco lo que pueden los decires / cuando rompe como acero el descalabro / cuando la memoria militar suspira”.[15] Jorge Volpi[16] comenta que los poemas se vuelven un medio de protesta y supone que seguramente la protesta, mediante la poesía, derriba cualquier tipo de censura, puesto que los encargados de la represión escrita ni siquiera se toman la molestia de leer poesía.

La cultura en México prepara un suplemento especial dedicado a los hechos ocurridos entre julio y septiembre[17]. Se hace una “Mínima cronología” y un recuento de los acontecimientos, hecha a modo de antología, cuyos textos, aunque breves, son sacados de distintos medios informativos. Las fotografías que acompañan al contenido escrito son abundantes. En este sentido, el suplemento es un documento importante, en tanto que funciona como una fuente para entender, por un lado, la manera en que surge el movimiento estudiantil y la forma que va tomando, y por otra, el modo en que se daban a conocer los acontecimientos para los lectores del suplemento.

CIUDAD UNIVERSITARIA (1968)

CIUDAD UNIVERSITARIA (1968)

Cuando las demandas y los señalamientos continúan en septiembre, Nancy Cárdena escribe “Letanía”[18], cuyo título supone ya una numeración ordenada; el texto, en efecto, hace un recuento de los atropellos humanos, sociales e históricos hechos durante los meses de agosto y septiembre. Y, no obstante, son los allanamientos, la prensa pagada y las declaraciones de corte estalinistas, el anuncio de “una nueva, moderna dinámica conciencia cívica nacional”.

 

La bomba está explotando: Aquí no ha pasado nada

 El 2 de octubre, en la portada del suplemento, aparece un vestigio de una cabeza etrusca; sin embargo, en sus páginas el debate continúa, seguido de las secciones fijas de aquel momento, como “Los libros al día”, apreciaciones sobre exposiciones y conciertos. Pero no será sino hasta los siguientes números en que la respuesta del suplemento toma forma y denuncia el asesinato que efectuó el Ejército Mexicano en la Plaza de las Tres Culturas. El 9 de octubre el suplemento manifiesta la urgente necesidad de esclarecer lo sucedido. En principio, rechaza el desprestigio que la clase política ha hecho de Javier Barros Sierra. Se discuten los seis puntos de vista sobre el delito de la disolución social, así como el análisis del artículo 145, el cual condenaba “de dos a doce años de prisión a quien difunda alguna ‘idea, programa o norma de acción’ que pertenezca a un gobierno extranjero”, sobre todo si dicha idea mueve a la rebelión.

REVISTA “LIFE” (1969)

REVISTA “LIFE” (1969)

El rechazo de los intelectuales extranjeros también ejerció presión para el gobierno, en tanto que evidenciaba y daba notoriedad a los hechos ocurridos el 2 de octubre, y se sumó, a su vez, a las demandas que los intelectuales mexicanos manifestaban semanalmente en el suplemento. Simone de Beauvoir, Jean Cassou Vercors, Jean Paul Sartre, Claude Roy, Léo Matarasso, Jean-Luc Godard, Matta, Marc Saint-Saens; los profesores: André Kstler (Premio Nobel), Laurent Schwerta, Vidal-Naquet, Pierre Samuel y Francois Bruhat firman un telegrama dirigido al presidente de la República Mexicana, en el cual piden el cese de la violencia y la apertura al diálogo. Una “Carta del Pen Club Internacional”,[19] firmada por Arthur Miller y David Carver, presidente internacional y secretario internacional, respectivamente, desprecia el terror desatado en México.

2 DE OCTUBRE, PLAZA DE LAS TRES CULTURAS (1968)

2 DE OCTUBRE, PLAZA DE LAS TRES CULTURAS (1968)

Los testimonios surgen; es importante juntar las piezas que la explosión ha disipado, es importante buscar las partes que permitan saber qué fue lo que pasó ese día, cuando los asistentes estaban congregados en la Plaza de las Tres Culturas en un mitin que a todas luces parecía pacífico. Pero, de pronto, el lugar se llenó de la sangre de los asistentes. El testimonio de un estudiante permite indagar, acomodar las piezas de una situación atroz, a la vez que reconstruye la confusión y el terror que dominaron el ambiente: “El traqueteo de fusiles y ametralladoras era continuo, cerrado, escalofriante; el pánico la histeria, los gritos, los chillidos casi animales, indescriptibles”.[20] La población busca respuestas, pero las declaraciones del diputado Víctor Manzanilla Schafter son ridículas e insuficientes: “Preferimos[…] ver los tanques de nuestro ejército salvaguardando nuestras instituciones que los tanques extranjeros cuidando sus intereses”.[21] Acaso el silencio hubiera tenido más forma de declaración. “En dos meses”, dice Fernando Benítez, “ha cambiado la fisonomía interior de México”.[22]

Desde Nueva Delhi, Octavio Paz envía una carta y un poema; no sin cierta ironía, envuelta en una fórmula diplomática, menciona que, a partir de los sucesos de los últimos días, ha reconsiderado su negativa sobre escribir un poema que “exalte el espíritu olímpico”. Por lo que, a fin de complacer la petición hecha, manda “México: Olimpiada de 1968”. Son “Los empleados / Municipales lavan la sangre / En la Plaza de los Sacrificios / Mira ahora, / Manchada / Antes de haber dicho algo / Que valga la pena, / la limpidez)”[23] los versos que exaltan y dan cuenta del espíritu olímpico.

Si nos adelantamos al 6 de noviembre, nos daremos cuenta del papel fundamental que tuvo la poesía, partiendo de una función crítica, al interior de las páginas del suplemento. A la manera de los poemas prehispánicos, José Emilio Pacheco compone los versos que forman “Lectura de los cantares mexicanos”. El poema, como un testimonio que bien pudo haber compuesto un nahua después de una batalla, es una mirada al pasado, a un ficticio tiempo remoto que lo es sólo por su proximidad real entre los hechos y el momento en que se escribe. La Plaza de las Tres Culturas permite echar mano de los símiles temporales: se habla de sacrificios, guerras floridas, sangre, un templo desolado, de dardos, de padres y madres alzando el llanto. Y el poema sigue “Y el olor de la sangre mojaba el aire / Y el olor de la sangre mojaba el aire”. El ritmo de los versos acentúa la fuerza de las imágenes que anuncian la muerte. Con este mismo tono, el poeta cierra: “Golpeamos los muros de adobe / y es nuestra herencia / una red de agujeros. / Esto es lo que ha hecho el Dador de la Vida / allí en Tlatelolco”.[24]

JOSÉ CARLOS BECERRA

JOSÉ CARLOS BECERRA

Por su parte, José Carlos Becerra toma elementos de todos los tiempos; se sitúa al interior del sincretismo ya no sólo entre lo azteca y lo cristiano, sino también entre lo contemporáneo: “Detrás de la Iglesia de Santiago-Tlatelolco, descubrieron aterrados que otra / vez existía ese país, / aquel que ellos creyeron sepultado / bajo el jade y las plumas y las estípites y los palacios de Adamo Boari y los desayunos en Sanborn’s / de su oportuna retórica”.[25]

El hecho de que estos poemas hayan sido publicados en el suplemento es de suma importancia, puesto que más allá de estetizar una matanza o una demanda, la fija en un nivel de lectura que permite varias interpretaciones, que no sobre interpretaciones, para sumarse de una manera al rechazo, a la crítica y a la toma de postura del poeta frente a su realidad social. Su publicación en el suplemento engrosa y continúa con la forma en que los escritores y artistas mexicanos encontraron para unirse a las consignas y dejar de ser simples espectadores o “cronistas”. En números posteriores del suplemento, la voz de Juan Bañuelos se une al eco poético del 68, así como la de Jaime Reyes.

 

A un mes del estallido

A un mes del estallido

Aunque mucha polémica ha suscitado la renuncia de Octavio Paz —o supuesta renuncia— al cargo de embajador de México en India, animó a los colaboradores del suplemento, quienes publicaron dos mensajes que celebraban su solidaridad.

Como era de esperarse, la actitud de los intelectuales mexicanos que no apoyaban las medidas tomadas por el gobierno o que, por lo menos, las ignoraban fue motivo de hostigamiento.

En Novedades señalan a Carlos Fuentes de traidor e incluso juzgan la relación de éste con su padre, quien entonces era embajador de México en Portugal. Como no es un aliado del gobierno mexicano, entonces es un traidor. Fuentes se defiende, aunque le parece algo por demás absurdo: “[…] no denigra a México quien ejerce libremente su tarea de escritor”.[26] La intención es aislar los ataques al gobierno, como si éstos no tuvieran fundamentos. Por ello mismo Fuentes recuerda que “Lo que sí denigra a México son los ataques a la Universidad, la masacre de Tlatelolco, los estudiantes presos y torturados, los diputados serviles, los líderes charros y los periodistas serviles”.[27]

PORTADA DEL 3 DE OCTUBRE, DIARIO “NOVEDADES” (1968)

PORTADA DEL 3 DE OCTUBRE, DIARIO “NOVEDADES” (1968)

El encarcelamiento de José Revueltas también genera muchos disgustos entre los escritores; Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Adriano González León, Juan Goytisolo, Jorge Semprun y Mario Vargas Llosa invocan el 20 de noviembre de 1910 para exigir la libertad de Revueltas, a manera de recordatorio y sobre todo para subrayar que “las promesas de libertad y democracia” fueron violadas por “[…] un sistema que se dice heredero de la gesta de Madero, Zapata y Villa”.[28]

En uno de los primeros números de diciembre, Sol Argüedas hace una defensa de los estudiantes y señala el miedo callado y contagioso que envuelve a los mexicanos. Sin embargo, desde su perspectiva el movimiento y sus lamentables consecuencias habrán de rendir un fruto, puesto que los estudiantes están “preparando el escenario donde posteriormente les tocará actuar a ellos. Y desde hoy en adelante, toda vida o acción política estará marcada, hasta quién sabe cuándo, por Tlatelolco”.[29]

El pasar de las semanas propició, quizás en menor cantidad que al principio, incógnitas respecto a lo que pasaría después y a lo que había ocurrido; los escritores se lo siguen preguntando y tratan de esbozar respuestas, probablemente más objetivas conforme se alejaban del 2 de octubre. Sin embargo, el suplemento siguió siendo un espacio para ir contra la represión. Muchos estudiantes fueron silenciados y la mayoría de los medios e incluso intelectuales, como Martín Luis Guzmán, les dieron la espalda y difundieron toda clase de versiones que distorsionaban lo que había ocurrido. No obstante, en las páginas de la Cultura en México la protesta continuó; no hubo un acuerdo con el gobierno, sino un compromiso moral con los estudiantes y, sobre todo, con los muertos. A 50 años de que estallara la bomba, es posible darse cuenta de la importancia que tuvo el suplemento en medio de otras publicaciones, así como de su inamovible toma de postura, cuyo impacto, a pesar de ser intangible, se materializó como una forma de resistencia y apoyo a las demandas encabezadas por los estudiantes, pero que también eran, y 50 años después siguen siendo, compartidas por todos.

FOTOGRAFÍA EXTRAÍDA DEL SUPLEMENTO “LA CULTURA EN MÉXICO”, DE LA REVISTA SIEMPRE!

FOTOGRAFÍA EXTRAÍDA DEL SUPLEMENTO “LA CULTURA EN MÉXICO”, DE LA REVISTA SIEMPRE!

 

Bibliografía

  1. “Lo que se ha visto y lo que se ha dicho Una revisión del movimiento estudiantil. Fotos y textos de antología”, La cultura en México, 345 (25 de septiembre, 1968), pp. II-XVI.
  2. “Testimonio de un estudiante”, La cultura en México, 349 (23 de octubre, 1968), pp. VIII-IX.
  3. Argüedas, Sol, “Testimonios sobre el conflicto estudiantil”, La cultura en México, 356 (11 de diciembre, 1968), p. XVI.
  4. Aub, Max, “Consejos del espejo a su hijo antes de dar la vuelta al mundo, en 1968”, La cultura en México, No. 341 (28 de agosto, 1968).
  5. Becerra, José Carlos, “La hermosa lección”, La cultura en México, No. 340 (21 de agosto, 1968), pp. XIII-XIV.
  6. _______, “El espejo de piedra”, La cultura en México, 350 (30 de octubre, 1968), p. VII.
  7. Benítez, Fernando, “Los días de la ignominia”, La cultura en México, 349 (23 de octubre, 1968), p. II.
  8. _______, “Los sucesos de julio”, La cultura en México, No. 340 (21 de agosto, 1969), p. II.
  9. Cárdenas, Nancy, “Letanía”, La cultura en México, No. 343 (11 de septiembre, 1968), p. IX.
  10. Castellanos, Rosario, “La grandeza de la democracia”, La cultura en México, 340 (21 de agosto, 1968), p. VII.
  11. Castro, Héctor, “Testimonios sobre el movimiento estudiantil. Diez mil solados y unas cuantas escuelas”, La cultura en México, No. 343 (11 de septiembre, 1968), pp. VIII-IX.
  12. Cortázar, Julio et al., “En defensa de José Revueltas”, La cultura en México, 357 (18 de diciembre, 1968), p. VIII.
  13. Flores Olea, Víctor, “La respuesta democrática”, La cultura en México, No. 340 (21 de agosto, 1968), p. V.
  14. Fuentes, Carlos, “París 1968: 27 al 31 de mayo”, La cultura en México, 333 (julio, 1968), pp. XIV-XVI.
  15. _______, “Carta de Carlos Fuentes al director de Novedades”, La cultura en México, No. 352 (7 de noviembre, 1968), p. VI.
  16. García Ponce, Juan, “La nacionalidad de las ideas”, La cultura en México, 340 (21 de agosto, 1968), pp. VI-VII.
  17. Goded, Jaime, “Los checoslovacos”, La cultura en México, 338 (7 de agosto, 1968), pp. X-XI.
  18. _______, “Poema desde la cárcel”, La cultura en México, No. 343 (11 de septiembre, 1968), p. IX.
  19. González Casanova, Pablo, “Artimética contra-revolucionaria”, La cultura en México, 340 (21 de agosto, 1968), pp. II-IV.
  20. Miller, Arthur y David Craver, “Carta del Pen Club Internacional”, La cultura en México, 350 (30 de octubre, 1968), p. VIII.
  21. Monsiváis, Carlos, Mé-xi-co!!, Mé-xi-co!! (Crónica de 1968-XIII), (http://www.mty.itesm.mx/dhcs/deptos/ri/ri-802/lecturas/nvas.lecs/1968-monsi/mc0297.htm). Consultado el 31 de enero de 2018.
  22. Pacheco, José Emilio, “Raíz y razón del movimiento estudiantil”, La cultura en México, 333 (3 de julio, 1968), pp. X-XII.
  23. _______, “Cantares mexicanos”, La cultura en México, 350 (30 de octubre, 1968), p. VI.
  24. Paz, Octavio, “México: Olimpiada de 1968”, La cultura en México, 350 (30 de octubre, 1968), p. III.
  25. Serna, Ana María, “La vida periodística y el movimiento estudiantil de 1968”, Signos históricos, Vol. 16, No. 31 (Ene-Jun., 2014).
  26. Volpi, Jorge, Imaginación y poder. Una historia intelectual de 1968, México, Era, 1998.

 

Notas

[1] Aub, “Consejos del espejo a su hijo antes de dar la vuelta al mundo, en 1968”, ed. cit.
[2] Serna, “La vida periodística y el movimiento estudiantil de 1968”, ed. cit.
[3] Fuentes, “París 1968: 27 al 31 de mayo”, ed. cit.
[4] Pacheco, “Raíz y razón del movimiento estudiantil”, ed. cit.
[5] Ibidem.
[6] Goded, “Los checoslovacos”, ed. cit.
[7] Benítez, “Los sucesos de julio”, ed. cit.
[8] González Casanova, “Aritmética contra-revolucionaria”, ed. cit.
[9] Ibid.
[10] Flores Olea, “La respuesta democrática”, ed. cit.
[11] García Ponce, “La nacionalidad de las ideas”, ed. cit.
[12] Castellanos, “La grandeza de la democracia”, ed. cit.
[13] Becerra, “La hermosa lección”, ed. cit.
[14] Castro, “Testimonios sobre el movimiento estudiantil. Diez mil solados y unas cuantas escuelas”, ed. cit.
[15] Goded, “Poema desde la cárcel”, ed. cit.
[16] Volpi, Imaginación y poder. Una historia intelectual de 1968, ed. cit.
[17] “Lo que se ha visto y lo que se ha dicho Una revisión del movimiento estudiantil. Fotos y textos de antología”, ed. cit.
[18] Cárdenas, “Letanía” en La cultura en México, no. 343, 11 de septiembre, 1968, p.IX
[19] Miller, y Craver, “Carta del Pen Club Internacional”, ed. cit.
[20] “Testimonio de un estudiante”, ed. cit.
[21] Monsiváis, Mé-xi-co!!, Mé-xi-co!! (Crónica de 1968-XIII), ed. cit.
[22] Benítez, “Los días de la ignominia”, ed. cit.
[23] Paz, “México: Olimpiada de 1968”, ed. cit.
[24] Pacheco, “Cantares mexicanos”, ed. cit.
[25] Becerra, “El espejo de piedra”, ed. cit.
[26] Fuentes, “Carta de Carlos Fuentes al director de Novedades”, ed. cit.
[27] Ibidem.
[28] Cortázar et al., “En defensa de José Revueltas”, ed. cit.
[29] Argüedas, “Testimonios sobre el conflicto estudiantil”, ed. cit.